Michoacán es uno de los estados de la República Mexicana que más afectaciones presenta por el cambio de uso de suelo para la siembra y cultivo del aguacate pues el suelo, el clima y el acceso al agua además de la infraestructura carretera y portuaria lo convierten el lugar ideal para ello, un enclave agroexportador por excelencia. A Michoacán se le considera como el primer productor de aguacate a nivel nacional con 167 mil 747 ha seguido de estados como Jalisco con una superficie de plantío de 23 mil 682 hectáreas, Estado de México con 10 mil 266 y Guerrero con 4 mil 602 aunque según los datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) para el año 2019. Michoacán representa el 71% de toda la superficie de aguacate sembrada al nivel nacional y el 79% de la valor de producción (con 39 mil millones de pesos para el año 2019) lo que muestra el papel predominante de Michoacán en el negocio ligado a este monocultivo y la diferencia abrumadora existentes con otros estados. Según información del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) de la extinta Secretaría de Ganadería, Agricultura y Desarrollo Rural (SAGARPA), ahora Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), el aguacate tuvo un importante incremento en la producción en el estado que no se debió necesariamente a la mejora del rendimiento del cultivo sino al incremento del área de producción siendo así que durante el 2004 en Michoacán se cultivaron 84 mil 078 hectáreas de aguacate de la variedad Hass con una producción de 55 mil 452 toneladas mientras que al 31 de enero de 2019 se tenía un registro de 167 mil 745 hectáreas con una producción de 195 mil 042 toneladas aunque es necesario aclarar que estas cifras reflejan únicamente la superficie cultivada registrada ante la SAGARPA, dadas las circunstancias es posible pensar que en realidad existen muchas más hectáreas cultivadas solo que constituyen el grueso del cultivo ilegal del aguacate muchas veces en manos del crimen organizado [4][8]. Para 2016 la secretaría de Urbanismo y Medio Ambiente de Michoacán estimaba la superficie de cultivos ilegales de aguacate a unas 20.000 hectáreas [9] y notas periodísticas del 2020 hablan ahora de entre 30 y 50 mil hectáreas [10][11]. Este factor agrava en mucho el poder combatir el cambio de uso de suelo pues ello supondría un enfrentamiento armado. Sin embargo, los campesinos y ganaderos tampoco han encontrado apoyo en las autoridades gubernamentales pues acusan falta de legislación y supervisión ambiental. No existe por ejemplo registros de autorizaciones gubernamentales de Cambio de Uso de Suelo de Terrenos Forestales (CUSTF) para aguacate en Michoacán desde 2003 a pesar de la gran expansión que tuvo este cultivo durante esta época [14]. Además, desde hace algunos años, durante la época de estiaje se presentan varios incendios forestales presumiblemente provocados para el cambio de uso de suelo y la posterior instalación de huertas de aguacate, de manera que año con año el territorio de las comunidades rurales e indígenas así como de las ciudades que están en la llamada franja aguacatera cambia de un bosque diverso a un paisaje homogéneo de plantas de aguacate. Así, según datos de la PROFEPA para el año 2016, 30 a 40% de la pérdida de bosques se debe al cultivo de aguacate lo que representa entre 6 y 8 mil hectáreas anualmente deforestados, mientras que según el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) de 2000 a 2010 esta cifra alcanzaba "solo" los 690 hectáreas anuales [13]. Alrededor de la agricultura industrial del aguacate se generan ciertos beneficios como el empleo en las comunidades pero, a la par de ello, también tienen lugar una serie de afectaciones en el tema del impacto ambiental que es consustancial a los monocultivos como la deforestación y con ello la reducción de los ecosistemas y la consecuente pérdida de biodiversidad, la explotación de los mantos freáticos, la explotación del suelo, la afectación a la salud de los y las jornaleras agrícolas por el uso de pesticidas [3] y equipo en mal estado además de la violación a sus derechos laborales y la explotación infantil. De lo anterior da cuenta una investigación realizada por el periodista J. Jesús Lemus publicada por el portal Zenzontle y en el que se relata cómo los casos de cáncer, principalmente en mujeres y niños, se han incrementado en la zona productora de aguacate del estado de Michoacán por el uso de insecticidas como Diazinón, Paratión o Malatión y del uso de Glifosato como herbicida. Además de lo anterior, una afectación que está produciendo el cultivo industrial de aguacate es el uso irregulado de cañones antigranizo cuyo funcionamiento consiste en alejar las lluvias por ser consideradas como potencialmente dañinas para el cultivo en el caso de que la precipitación vaya acompañada de granizo lo que daña la fruta. Por ello, de un tiempo a la fecha y con la finalidad de evitar las pérdidas, los aguacateros han construido cañones antigranizo lo que trae como consecuencia que no haya lluvias provocando una sequía [2]. Ante ello, los principales afectados son los campesinos cuyos cultivos de maíz de temporal no tienen agua suficiente para desarrollarse de manera que el cultivo de aguacate no solamente termina con el agua del subsuelo, también ahuyenta el agua del cielo. Además, los campesinos señalan que en tiempos de estiaje son los aguacateros quienes también usufructúan los canales de riego por lo que ni en tiempos de lluvias ni en tiempos de estiaje los campesinos pueden aprovechar el agua [2]. Además, como hemos señalado, algunas investigaciones apuntan a la falta de regulación y legislación en torno al uso de los cañones antigranizo por parte de dependencias como SEMARNAT, PROFEPA o CONAGUA [5], lo que agrava la situación. Por lo anterior, el día 30 de mayo de 2020 ganaderos y campesinos de la región de Peribán y Los Reyes junto con algunas localidades del estado de Jalisco sentenciaron a los aguacateros con una manta en la que se leía: “A todos los productores que se les sorprenda con cañones antigranizo se les mochará la huerta, tienen 3 días para retirarlos ya que están provocando una gran sequía”. Sin embargo, ante dicha sentencia, los productores de aguacate incumplieron por lo que el día 5 de julio de 2020, organizados, se presentaron en algunas huertas derrumbando los árboles frutales y cuatro cañones antigranizo [1]. Las movilizaciones tuvieron efecto pues el 9 de julio de 2020, se aprobó una propuesta para la revisión con carácter de urgente por parte del gobierno estatal, el uso y regulación del uso de dichos artefactos [16]. Aunque el conflicto, es decir, el enfrentamiento de voluntades contrapuestas tuvo lugar en Peribán, lo cierto es que el cultivo industrial de aguacate ha traído afectaciones en muchas comunidades del estado de Michoacán. En la ciudad de Zacapu también hubo recientemente una movilización en torno al cambio de uso de suelo boscoso para la instalación de huertas de aguacate [6]. Por otro lado, también en Acuitzio del Canje y Villa Madero también hay preocupación por las consecuencias del monocultivo del llamado oro verde [7]. (See less) |