El ecosistema bioestratégico del Lipa en el Arauca, región de la Orinoquía colombiana, fue declarada reserva forestal, por su importancia ecológica, mediante Acuerdo 0028 de 1976 por el Instituto Nacional de Recursos Naturales (INDERENA). El Santuario cubrió un total de 142.125 has. Este complejo de humedales de los ríos Lipa y Ele, como parte del mosaico de la Orinoquía, es un lugar “valioso”, no sólo por los hidrocarburos o por las áreas “disponibles” para la expansión de la frontera agropecuaria o para el monocultivo de arroz; también se recomienda su conservación y cuidado dado su importancia como sabana inundable, su regulación de los ciclos de agua, la interdependencia entre el clima, el agua, la vida de los ecosistemas y la dinámica de las poblaciones humanas, que obliga a ver la región como un gran sistema socio-ecológico donde los ecosistemas proveen bienes y servicios a las comunidades. Pero en 1983, el mismo INDERENA levanta la categoría de reserva forestal para entregárselo a la OXY pues ya se lo había escriturado en 1980. Desde que se inició la explotación petrolera, las comunidades indígenas que habitaban esta región se han visto forzadas a desplazarse a las cabeceras municipales del departamento y a dispersarse, generando un alto grado de descomposición social y cultural. Para el pueblo Sikuani, el Lipa, era su santuario natural, allí encontraban su alimento, cazaban, pescaban y realizaban sus actividades sagradas y ancestrales. Esta zona entregada a la OXY hace parte del yacimiento Caño Limón, el cual se considera el pozo petrolero más grande del país. Desde este yacimiento se inicia el trayecto del oleoducto Caño Limón Coveñas, el segundo más largo del país, que viaja 771 km hasta el municipio de Coveñas, Sucre en la línea de la costa del Caribe de Colombia, cuyo dueño es la Empresa de Petróleos de Colombia, Ecopetrol. La importancia de Caño Limón radica en su generación de ingresos y regalías para el país, de tal manera que hasta 2003, le había generado a Colombia cerca de 20.000 millones de dólares en ingresos, la mayor suma que ha dado campo alguno en Colombia. En la prensa colombiana, el oleoducto Caño Limón-Coveñas también es noticia cuando ocurren voladuras por parte de grupos armados que están en contra de que las transnacionales se beneficien de los recursos naturales del país. Las actividades extractivas han causado enormes impactos a este ecosistema, efectos que podemos dividir de manera general en dos: (1) el deterioro del recurso hídrico debido a la pérdida de esteros, área de laguna y caños; buena parte de ello se asocia a la contaminación generada por la extracción de petróleo y la tala de bosque alrededor del borde del humedal; y (2) la disminución del recurso genético ocasionado al deterioro del biodiversidad de flora y fauna en Selvas del Lipa (allí están en juego 312 especies de plantas vasculares, como el cedro amargo y la palma sarare, y 107 especies de peces. Hay 31 especies de anfibios y 187 de aves). El caso de la Laguna o Santuario de Lipa ha sido motivo de denuncia permanente por parte de las organizaciones sociales de Arauca a lo largo de los últimos 30 años. El 30 de octubre de 2013 se realizó en el municipio de Arauquita (Arauca) un cabildo que abordó el caso de la destrucción del ecosistema del Lipa el cual buscaba adelantar una serie de acciones jurídicas que se efectuarían por parte del Movimiento Político de Masas del Centro Oriente Colombiano, contra las empresas petroleras y el Estado colombiano, por lo que se considera la destrucción de ese ecosistema estratégico y su efecto sobre el desplazamiento de miles de indígenas de la etnia Sikuani. Keywords: oil extraction, displacement, Sikuani indigenous people, sacred areas, wetlands, protected areas, biodiversity conservation (See less) |