A finales de los años 80 empezó a operar la mina de extracción de materiales pétreos de tipo calcáreo de la empresa Calizas Industriales del Carmen S. A. de C. V. (Calica), propiedad en este momento del Grupo ICA que se asoció, por el medio de un join venture, con la empresa estadounidense Vulcan Materials Company, en un predio de 1200 ha, situado a unos 8 km al suroeste de la ciudad de Playa del Carmen en Quintana Roo [1]. También el gobierno federal otorgó a la empresa una concesión de 20 años para la construcción de una terminal marítima privada, situada a 3 km de la mina en un sitio llamado Punto Venado, para la exportación de la caliza extraída en la mina [1]. Desde esta época el Grupo Ecologista del Mayab (Gema) ha denunciado las irregularidades que tenía este proyecto (empezó por ejemplo a operar sin Manifestación de Impacto Ambiental autorizada) y los impactos generados tantos por la operación de la mina que la construcción del puerto en Punto Venado. Los trabajos de excavación relacionados con el puerto ponían por ejemplo en riesgo una zona arqueológica y cavernas con pinturas rupestres que fueron descubiertas en este momento y el dragado provocó un derrame de sedimentos en el mar. Las denuncias de GEMA y las intervención del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y de la Secretaría de Desarrollo Social de México (SEDESOL) permitió salvaguardar las cavernas que estaban amenazadas de destrucción [1]. En 1996, el join venture entre Grupo ICA y Vulcan Materials Company adquirió dos terrenos adicionales (El Corchalito y La Adelita) para expandir las operaciones de la mina de alrededor de 1000 hectáreas [2]. En 2001, Vulcan Materials Company adquirió la participación del Grupo ICA en el proyecto convirtiéndose en el propietario único de la mina Calica y del Puerto Venado [3]. Vulcan Materials Company es la principal empresa productora de materiales agregados para construcción (piedra triturada, arena y grava) en los Estados Unidos de América con ingresos de 4,249 millones de dólares para el año 2019 [5]. Calica es la mina principal de la compañía con una producción de 14 millones de toneladas para el años 2019 y reservas estimadas de 540 millones de toneladas [4]. La gran mayoría de los materiales extraídos en la mina Calica son exportados por el medio del Puerto Venado hacia la costa este de EEUU (ver mapa en banner) [5]. Existen estrechos lazos entre esta empresa y el gobierno de Donald Trump por el medio de Elaine Chao actual secretaría de Transporte de los EEUU que fue parte de la junta directiva de Vulcan Materials Company en 2016 y 2017. Después de su entrada en el gobierno Elaine Chao mantuvo acciones de 300 mil dólares en la empresa lo que representa un claro conflicto de interés [5][6][7]. Ironía de la historia, además de los impactos directos causados por la empresa en territorio mexicano por la extracción y exportación de materiales, Vulcan Materials Company es una de empresas constructoras que participa en la construcción del muro decidido por Trump entre México y EEUU [7]. El posible uso de materiales extraídos para la construcción del muro ha generado protestas en Playa del Carmen [19]. En 2016 el ambientalista Raúl Padilla exhibió en su documental "Erosión" los impactos provocados por los treinta años de actividad de la mina Calica: devastación de zonas vírgenes de selva, perdida de hábitat y corredor biológico para especies protegidas y en peligro de extinción como el jaguar, afectaciones a los mantos freáticos, a los cenotes y a rasgos arqueológicos [8][9]. En 2018 la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), clausuró las actividades de la mina en los predios El Corchalito y La Adelita por rebasar la superficie de explotación autorizada [10]. Esos dos predios están ubicados dentro de la Unidad de Gestión Ambiental n° 5 del Programa de Ordenamiento Ecológico Ambiental (POEL) dentro de la cual la actividad minera, industrial o turística son registradas como incompatibles [11][12]. Organizaciones locales han realizado protesta en este momento para exigir a las autoridades federales y ambientales de no autorizar el cambio de uso de suelo, solicitado por la empresa para esos dos predios, con el fin de poder seguir con la expansión de la mina [13]. Después que se hizo público el texto renegociado del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la empresa Vulcan Materials Company presentó en enero del 2019 una demanda de arbitraje ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI) reclamando 500 millones de dolores al Estado Mexicano justificados por el hecho que la decisión de clausura de los dos predios provoca pérdidas sustanciales y impide la operación normal de sus inversiones [14][15][16]. La decisión del tribunal sobre este litigio sigue, hasta la fecha (junio 2020), todavía pendiente. En 2020, Calizas Industriales del Carmen (Calica), la subsidiaria de Vulcan Materials Company, cambió su nombre para llamarse Sac-Tun lo que fue denunciado al nivel local como una técnica para disfrazarse y hacer olvidar los pasivos ambientales de la empresa [17]. Este caso muestra los efectos negativos provocados por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Una empresa devasta el medio ambiente en México para extraer minerales destinados a ser integralmente exportados y usados en EEUU, lo que representa una clara externalización de los costos ambientales. Cuando las autoridades gubernamentales intentan regular e limitar esta devastación las empresas recurre a tribunales internacionales para demandar a los gobiernos por la pérdida de sus ganancias. Esas demandas supranacionales y la presión que ejercen sobre los gobiernos, son una amenaza y dificultad adicional para las comunidades que luchan para defender sus territorios y formas de vida en la posibilidad de hacer valer sus derechos [14][18]. (See less) |