Como parte de la política de atracción de inversiones en Costa Rica, desde el año 2000 la provincia de Guanacaste ha visto un crecimiento exponencial y poco regulado de complejos residenciales para turistas permanentes o estacionales en zonas costeras[6] . La especulación inmobiliaria ha conducido a que comunidades costeras vean amenazada el acceso a agua potable, se evidencien concesiones cuestionables de uso de tierra en espacios públicos como la Zona Marítima Terrestre en beneficio de grandes proyectos inmobiliarios y destrucción de manglares. A pesar de que este modelo de desarrollo turístico ya cuenta con mas de 20 años, el Estado costarricense carece de respuestas y soluciones a los conflictos que este modelo trae consigo. El conflictos por acceso y distribución de agua potable en la comunidad de Marbella se suma a muchos otros en la provincia [11] y también mapeados en este EJAtlas como lo son los casos de Sardinal, Nimboyores o Potrero. El agua es un recurso estratégico para el sector turístico inmobiliario. Es por eso que agencias de bienes raíces en la comunidad tomaron control del acueducto rural al mismo tiempo que se perforan pozos ilegales dentro de los complejos residenciales desde el año 2007[7]. Según datos de la Dirección de Aguas del Ministerio de Ambiente se han encontrado más de 150 pozos ilegales en tan solo un mes[4]. La sobreexplotación de los pozos de agua puede llevar a su salinización y por supuesto a que el pozo se seque por completo, aumentando así, la crisis hídrica que vive la provincia. El control privado de recursos estratégicos junto a la poca capacidad de intervención y solución de instituciones públicas permite que el interés de desarrolladores inmobiliarios prime por sobre el resto de la comunidad. Esto, conlleva a que los vecinos de Marbella sean víctimas de un ciclo de acumulación sostenido por la desposesión de bienes comunes, como lo es el agua. A pesar de que el sistema judicial y la prensa han señalado irregularidades en el manejo del territorio[5;3], la construcción de segundas residencias no ha cesado. En los puntos álgidos del conflicto, personas de la comunidad han recibido amenazas de los representantes de grupos inmobiliarios para que no hablen con los medios de comunicación [3]. En este contexto la comunidad de Marbella está organizada para salvaguardar su derecho humano al agua presente y futuro frente a 'desarrolladores privados' que intentan mediante procesos irregulares, abastecer de agua a lujosas residencias. Los proyectos residenciales cuestionados en este casoo específico, son siete en total. Cinco propiedad de Marbella Group Developers (Posada del Sol, Vista Bella, Costa Dorada Ruta del Sol) propiedad de Jeffrey Allen y dos propiedad de DBIO Developers (Lomas del Sol y Jardines del Sol). Entre los siete se calcula que pueden haber alrededor de 500 y 600 casas. El consumo promedio por casa de habitación, según el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados, es de 180 litros al día. Es decir se estima que puede 108, 000 litros diarios solo para consumo turístico residencial. (See less) |