El páramo Rabanal se ubica en el centronorte de Colombia (cordillera oriental), en las zonas circundantes del altiplano cundiboyacense. Entre los departamentos de Boyacá y Cundinamarca. Cubre 17.800 ha y presenta una altura mínima de 2.690 m y una máxima de 3.500 m. Sus aguas surten directamente las cuencas de los ríos Garagoa, Suárez y Moniquirá y la laguna de Fúquene. A nivel regional, forma parte de las cuencas del río Magdalena y Orinoco, dos de los más importantes del país. Su función como abastecedor de agua beneficia a cerca de 300 mil personas y nutre 92 acueductos locales. Del mismo modo, genera el recurso para la principal productora de energía eléctrica del país: el embalse de La Esmeralda (Central Hidroeléctrica de Chivor), e irriga más de un millón de ha a través de los embalses de Gachaneca I y II (Atlas de Páramos de Colombia, 2008). Este páramo aparece ante la opinión pública, por la destrucción de una parte considerable de este importante ecosistema por la exploración y explotación de carbón. En este complejo paramuno el Instituto Colombiano de Geología y Minería ha entregado por lo menos 17 títulos de minería que abarcan un área de 8.395 hectáreas, principalmente para carbón, pero adicionalmente la industria del coque estrechamente asociada a la minería, genera impactos importantes en términos de daños de caudales por excesivo consumo de agua para el apagado de hornos y contaminación del aire por uso de tecnologías deficientes en los hornos de coquización. Los principales problemas de estas actividades mineras son las afectaciones a las aguas subterráneas ocasionadas por los túneles, que alcanzan trayectorias de varios kilómetros y profundidades de hasta 500m, y el manejo inapropiado de estériles, que afectan suelos y taponan cursos de agua.
En el páramo Rabanal también se presentan explotaciones ilegales, que claramente no tienen en cuenta los impactos que generan al complejo paramuno, pero tampoco lo hacen quienes tienen las condiciones para hacerlo, es el caso de la compañía Acerías Paz del Río, quien a través del convenio de operaciones con la empresa Geoperforaciones arrasaron por lo menos 10.000 m2 de vegetación nativa, realizaron perforaciones y abrieron vías en pleno páramo taponando drenajes y quebradas que surten de agua a más de 300.000 personas de ocho municipios que viven cerca del ecosistema.
A pesar de que en esta área no se podía conceder la licencia ambiental por encontrarse en ecosistema páramo, razón que afectaría una zona de protección hídrica como ya se ha comentado, los órganos de control ambiental encontraron responsable a la empresa Acerías Paz del Río y a través de la Resolución 1395 del 11 de julio de 2009, la Corporación sancionó a la empresa con la multa fue de 300 salario mínimos. Estas explotaciones se vienen presentando desde el año 2001, en el que se reportaron 44 explotaciones de carbón, 14 coquizadoras y 227 hornos. Según los registros del Ministerio de Minas, hay 22 registros para extracción de carbón y uno de materiales de construcción en la zona.
Tan oscuro panorama, empezaría a aclararse un poco con el Proyecto Páramo Andino (financiado por el Fondo Global para el Medio Ambiente), el cual escogía el Rabanal como uno de los sitios piloto para Colombia con el fin de proteger este valioso ecosistema. Es importante la conservación y protección de estos ecosistemas, pero más aun establecer normas claras para que esto se de, las acciones de respuesta no deben ser posteriores al daño, sino evitarlo como tristemente no sucedió en el Rabanal.
Keywords: coal mining, coke mining, water conflicts, paramo
(See less)