Los orígenes de este conflicto vienen del Tratado de Paz, Amistad, Límites y Arreglo Definitivo (también conocido como Tratado de Guadalupe Hidalgo), firmado en 1848, después de la intervención estadounidense en México motivada por la disputa de Texas. Con este tratado México cedió más de la mitad de su territorio a EEUU y el Río Bravo (o Río Grande) fue definido como la nueva frontera entre ambos países. Eso implicó la necesidad de definir un acuerdo de aprovechamiento y distribución de las aguas transnacionales de Río Bravo y del Río Colorado entre ambos países. [1] Este acuerdo fue formalizado por el "Tratado de distribución de aguas internacionales de los ríos Colorado y Tijuana y Bravo desde Fort Quitman, Texas, Estados Unidos de América hasta el Golfo de México" firmado por ambos países en 1944 y que sigue vigente hoy día. Este tratado define que EEUU debe asignar 1.850 millones de m3 anuales de las aguas del río Colorado a México, por el medio de la presa Imperial en California, y que en contraparte México debe asignar a su vecino 431.7 millones de m3 de las aguas del Río Bravo cada cinco años, por el medio de las presas la Amistad en Coahuila y Falcón en Tamaulipas. En otros términos México debe asegurar el trasvase hacia EEUU de un una tercera parte del agua que llegue a la corriente principal del río Bravo (Grande) procedente de los ríos Conchos, San Diego, San Rodrigo, Escondido, Salado y Arroyo las Vacas con un mínimo de 431.7 hm3 de promedio anual. [2] y [3] Sin embargo el gobierno mexicano ha tenido retrasos en la entrega quinquenal de las 431.7 millones de m3 de agua del Río Bravo que tiene como fecha límite de entrega el 24 de octubre del 2020. Debido a eso, y a los niveles de agua muy bajo en las presas Amistad y Falcón, desde 2019 la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) ha empezado a extraer agua de la presa “Luis L. León” (El Granero) para ir cubriendo la duda con EEUU. Durante el año 2020 se extrajeron 122 millones de m3 de esta presa lo que empezó a generar inconformidades por parte de los productores de los distritos de riego 5 y 9 en Chihuahua. [4] El conflicto se detonٕó cuando la CONAGUA aviso en noviembre del 2019 al gobernador de Chihuahua, y a los agricultores de esa entidad de la decisión de sacar mil millones de m3 de la presa de usos múltiples la Boquilla, la más grande de la entidad que abastece anualmente a tres distritos de riego con una superficie total de 70 mil ha agrícolas, en los cuáles trabajan 20 mil productores, repartidos en once municipios. [5] y [6] La situación y las preocupaciones de los productores se explica por el contexto de grave sequía que ha conocido el estado de Chihuahua durante el año 2020. Esta sequía fue considerada la peor en los 21 últimos años por Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), y en agosto del 2020 el gobierno de Chihuahua tuvo que solicitar a la CONAGUA de emitir una declaratoria de emergencia a consecuencia de la sequía para 52 de los 67 municipios del estado. [7], [8] y ver mapa en banner. Con precipitaciones anuales muy bajas, Chihuahua es el cuarto estado a nivel nacional con menos precipitaciones después de Baja California Sur y Norte y Aguascalientes con 437 mm de precipitación media en 2019 [9], los productores de la región dependen casi integralmente del abastecimiento de las presas para el riego de sus cultivos. Con la posible extracción del agua de esas presas hacía EEUU los productores temen que no habría agua suficiente para garantizar el riego del ciclo agrícola del próximo año lo que pondría en riesgo a unas 20 mil familias que viven del campo en la entidad. [1] En febrero del 2020 empezaron las confrontaciones entre productores que intentaron bloquear los accesos a la presa la Boquilla y el ejército acompañado de la Guardia Nacional, mandados para resguardar las instalaciones. Después de este evento la titular de la CONAGUA se comprometió a esperar que pase el ciclo agrícola de junio y julio para realizar el trasvase. Sin embargo el mes siguiente, aprovechando la situación de confinamiento por el Covid 19, elementos de la Guardia Nacional y del Ejército abrieron las compuertas de la presa la Boquilla lo que generó el día siguiente grandes movilizaciones con el bloqueo de la carretera federal y la quema de vehículos de la CONAGUA, que decidió volver a cerrar las compuertas este mismo día. [11] El 19 de julio hubo un nuevo enfrentamiento en las instalaciones de la presa Las Vírgenes (tercera presa, con la Boquilla y el Granero, desde las cuales se prevé realizar el trasvase) para evitar la apertura de las compuertas. [12] El 6 de septiembre la CONAGUA anunció el incremento de la extracción de agua en la presa La Boquilla para contribuir al cumplimiento del Tratado de Aguas. Dos días después, el 8 de septiembre, se organizó una caravana para acceder a las instalaciones de la Boquilla. Después de un enfrentamiento, la Guardia Nacional se retiró de la zona y los manifestantes tomaron las instalaciones de la presa para cerrar la válvula. [13] En la noche del mismo día en la ciudad de Delicias cercana a la presa la Boquilla, disparos de la Guardia Nacional mataron a la productora, y madre de tres hijos, Jessica Estrella Silva Zamarripa, mientras que su esposo Jaime Torres resultó gravemente herido. [14] y [15] Esos graves hechos han sido simplemente considerados como un " lamentable accidente" por el comandante de la Guardia Nacional y hasta la fecha (13 de octubre del 2020) siguen siendo impunes. [16] y [17]. Ciertas análisis señalan también las manipulaciones políticas y corporativas detrás de este conflicto. Existen grandes consumidores industriales de agua, vinculados con actores políticos (principalmente a César Duarte ex gobernador de Chihuahua), que tienen sus propios intereses en que no se exporte más agua hacia EEUU (para garantizar sus propios alto consumos) y en la mediatización y radicalización del conflicto (para sus estrategias electorales). [18] y [19] El acaparamiento del agua por empresarios agroindustriales, mineros o cerveceros, existente desde años y permitido por la poca regulación por parte de la CONAGUA, parece ser el fondo del problema de este conflicto por el agua existente en Chihuahua y a lo largo del país. [20] Este caso es una muestra más de la gran injusticia existente en México y en el mundo para el acceso al agua y el recrudecimiento de conflictos cada vez más violentos ligados a su control en un contexto de cambio climático. Y como siempre los impactos los terminan pagando los mismos : gente como Jessica Estrella Silva Zamarripa que dejan su vida para defender sus bienes comunes acaparados por intereses corporativos y politicos. (See less) |