Entre los conflictos sociales y ambientales que se presentan en la bahía de Taganga al norte de Santa Marta, van desde la disposición final del canal de aguas negras en la bahía, hasta la posible construcción de un puerto carbonífero. Parece impensable que en una zona con belleza única, hermosos paisajes e importante biodiversidad submarina se identifiquen estos conflictos. Esta bahía es paso obligado de los visitantes a la Sierra Nevada de Santa Marta y al Parque Nacional Natural Tayrona; para el turista corriente es uno de los poblados donde mejor pescado se come en la costa, un sitio único de descanso, cuestión que no hace extraño la presencia de gran cantidad de extranjeros, que entre otras cosas, genera un impacto negativo al ambiente y paisaje de la zona. Taganga se encuentra ubicado en la jurisdicción del municipio de Santa Marta, Magdalena, al norte del territorio colombiano; los habitantes expresan que los problemas comenzaron en el año 2000, cuando la ciudad de Santa Marta resolvió desaguar parte de sus aguas negras a la bahía de Taganga, esto se hace a través de un tubo conocido como emisario submarino que entra 450 metros en el mar y que ocasionalmente presenta fallas con las que han convivido hasta la actualidad, se evidencia una mancha permanente y fétida que, según los nativos, de acuerdo con las mareas, puede llegar hasta la playa. Para el año 2006 nuevamente se presenta otra situación que inicia con la construcción de un gigantesco colector de aguas lluvias que incluso perfora una de las montañas que abrigan la bahía, y que recoge el agua de 30 barrios marginales. Como en estos lugares no hay alcantarillado, los nativos de Taganga calculan que en la práctica van a terminar recibiendo las aguas negras de estos lugares sin ningún tratamiento. La situación se intensifica debido al transporte del carbón (cuya propietaria principal es la multinacional Drummond) y los químicos de la vía paralela al colector por donde circulan camiones las 24 horas del día hacia el puerto localizado en el municipio de Ciénaga muy cerca de la bahía de Taganga, expresan los habitantes de la zona. Pero la principal preocupación es la posible construcción de un puerto en la bahía de Taganga, al parecer una multinacional carbonífera (Drummond) estaría haciendo estudios para construir en la bahía un puerto carbonífero. El tradicional pueblo turístico de pescadores podría ser transformado en un gran muelle comercial y para ello se han emprendido diferentes acciones que van desde el desalojo de por lo menos 600 familias, bajo el argumento de estar ubicadas sobre la cota 40 del cerro perteneciente al Parque Natural Distrital Dumbira, área creada en el Plan de Ordenamiento Territorial del año 2000 con fines de guardar las zonas de importancia ecológica de la región. La comunidad ha respondido con por lo menos 100 acciones de tutela en el mes de marzo del 2010, en contra del Distrito de Santa Marta para evitar la presunta amenaza o vulneración de los derechos colectivos, como respuesta el Consejo de Estado manifestó que las familias reubicadas tendrían que ser trasladadas a una zona igual o mejor a la que se encuentran en la actualidad, pero que contempla la posibilidad del eventual desplazamiento de la comunidad. Varios especialistas en el tema e involucrados en el proyecto Petaca (como será llamado este puerto) han recorrido la zona que explotarán y sólo están a la espera que termine la concesión de las playas con la Universidad del Magdalena, para que proceda a quedarle a la Dimar (Autoridad Marítima Nacional), que según conoció ya tiene la orden de desalojar playa por playa y entregar la zona a una nueva concesión. La concesión con la Universidad del Magdalena culmina en cinco años (2017), ese es el tiempo que resta para que se le de inicio a este malévolo plan portuario, que terminará de perjudicarnos a los pescadores y habitantes de la región. El pueblo además de ser un paraíso, posee una estructura estratégica para hacer un mega muelle y está rodeado de mineral, aspectos que la convierten en un territorio llamativo para lo que se tiene planificado. Por su parte la comunidad expresa que de Taganga los sacan pero muertos, a través de diferentes formas han manifestado su preocupación y descontento con la propuesta del Puerto, la mas reciente en junio del , en la que realizaron una protesta durante el lanzamiento de la oficina de restitución de tierras, durante el recorrido por las calles céntricas, los habitantes del corregimiento lanzaban consignas quejándose del daño y el atropello al que viene siendo sometido el pueblo. (See less) |