El movimiento contra las muertes por automóviles comenzó con la muerte del periodista de un niño en un accidente de tráfico. Él (Vic Langenhoff) fue la primera persona en usar el término "Stop de Kindermoord" (detener el asesinato infantil). Después de la muerte de su hijo, publicó un artículo con este titular. Este eslogan fue un mensaje poderoso [2]. La idea original de Langenhoff era proteger a los niños de los automóviles enviándolos en el autobús a la escuela, pero poco después de que los activistas más experimentados lo contactaran para redirigir la campaña para reducir el peligro en las carreteras. Desde este punto de partida, el grupo centró sus esfuerzos para aumentar la seguridad de las carreteras, especialmente para los niños.
Hubo varias manifestaciones del grupo: ocupando accidentes de manchas negras, organizando días especiales en que las calles se cerraron para permitir que los niños jueguen de manera segura, ciclaron con un órgano frente a la casa del primer ministro Joop Den Uyl, para cantar canciones pidiendo más seguros calles [4]. Una característica es que las protestas involucraron tanto a los padres como a los hijos [2]. Una de las protestas más notables, y todavía se usa hoy, tuvo lugar fuera del Rijksmuseum de Amsterdam a mediados de la década de 1970, fueron los participantes establecidos con sus bicicletas que pretenden estar muertas [9]
En 1973, la crisis petrolera también dio impulso al movimiento, y el gobierno comenzó el "automóvil libre del domingo" que recordó a los ciudadanos cómo era antes de la introducción del automóvil. La crisis aumentó la protesta masiva para mejorar las condiciones de la carretera, presionando al gobierno para tomar mediciones [2].
Dos años después de la creación de este grupo, se creó el sindicato de ciclistas holandeses para exigir más espacio para las bicicletas. Hicieron manifestaciones ruidosas masivas, pintaron carriles ilegales en las calles, entre otras [4]. Ambos grupos continúan en la pelea. "La batalla continúa ... la propensión de los planificadores urbanos a dar prioridad a los automóviles sigue siendo persistente" [4].
La década de 1960 también había sido testigo en Amsterdam los movimientos de Provos (y más tarde los Kabouters): los Provos pintaron bycículos blancos que se dejaron libremente en las calles para uso público. Su ideología ya era anarquista-ambientalismo. La oposición a la monarquía holandesa, la guerra en Vietnam y la contaminación del aire de los automóviles se convirtieron en los principales problemas para el movimiento.
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